Enfermedades que tiene un jamón ibérico

Un jamón Ibérico, como producto curado de origen animal, puede verse afectado por diversas alteraciones

Un jamón ibérico, como producto curado de origen animal, puede verse afectado por diversas alteraciones o defectos que no son exactamente “enfermedades” en el sentido médico, pero sí problemas sanitarios, microbiológicos o de calidad que pueden comprometer su seguridad o sabor.

Aquí te dejo una lista de posibles problemas que puede tener un jamón ibérico:


🦠 Problemas Microbiológicos / Sanitarios

  1. Contaminación por Listeria monocytogenes

    • Puede ocurrir si no se siguen normas higiénicas durante el proceso de curado o manipulación.

  2. Contaminación por Clostridium botulinum

    • Rara, pero peligrosa. Se da si hay condiciones anaeróbicas y falta de sal.

  3. Moho no deseado

    • Aunque ciertos mohos son normales en la curación (como los Penicillium), un exceso o presencia de mohos negros o verdosos puede indicar mal almacenamiento.

  4. Parásitos (como la triquina)

    • Es muy poco común hoy en día gracias a controles veterinarios, pero puede ocurrir en cerdos no controlados.


🧪 Problemas Físico-Químicos

  1. Acidez excesiva o rancidez

    • Cuando la grasa del jamón se oxida, huele y sabe mal.

  2. Cristales de tirosina (no enfermedad, pero puede confundirse)

    • Son cristales blancos que se forman de manera natural; no son peligrosos.

  3. Putrefacción interna (jamón «avinado»)

    • Se produce por un mal curado, provocando olores a vinagre o amoníaco.

  4. Reblandecimiento o «baba»

    • Signo de descomposición por bacterias o levaduras, sobre todo en zonas húmedas.


🐖 Problemas de origen animal (antes del sacrificio)

  1. PSE (Pale, Soft, Exudative) o carne pálida, blanda y exudativa

    • Ocurre si el cerdo sufrió estrés antes del sacrificio. Da una carne de peor calidad.

  2. Problemas de alimentación o genética

    • Afectan directamente al sabor, aroma y textura del jamón curado.


¿ Cuáles son seguros y cuáles harían que el jamón no se pueda consumir? 

Vamos a separar los problemas entre los que no son peligrosos (pero pueden afectar calidad o sabor) y los que sí son motivo para no consumir el jamón por seguridad alimentaria.


NO peligrosos para la salud (pero afectan calidad o estética)

ProblemaQué es¿Se puede consumir?
Cristales de tirosinaPuntos blancos que parecen sal, pero son aminoácidos cristalizados✅ Sí. Son señal de buena curación.
Moho blancoCapa externa en la corteza✅ Sí. Es parte del proceso. Solo se limpia antes de cortar.
Rancidez leveSabor algo fuerte, a «viejo», por oxidación de la grasa✅ Sí, pero puede no gustar. Si es leve, es solo un defecto de calidad.
Color desigual o grisáceoPuede ser por corte irregular, luz o falta de curación uniforme✅ Sí, salvo que haya mal olor o sabor extraño.

Peligrosos o no aptos para el consumo

ProblemaQué es¿Se puede consumir?
Putrefacción interna («jamón avinado»)Olor a amoníaco o vinagre, sabor desagradable❌ No. Puede ser tóxico. Desechar.
Presencia de baba o humedad viscosaPosible contaminación bacteriana❌ No. Signo de descomposición. No consumir.
Moho verde o negro con mal olorMoho anormal, puede liberar micotoxinas❌ No. Potencialmente peligroso.
Contaminación por Listeria, Salmonella o ClostridiumSolo detectable por análisis o si el jamón está mal conservado y huele raro❌ No. Riesgo alto. No consumir si huele raro o está en mal estado.
Larvas o parásitos visiblesMuy raro hoy en día, pero si se ve algo extraño, como bichitos❌ No. Desechar inmediatamente.

🔎 ¿Cómo detectar si un jamón no está en condiciones?

  1. Olerlo: el mejor detector. Si huele a amoníaco, agrio, a podrido, o muy fuerte, mal.

  2. Tocarlo: si al cortar ves grasa muy blanda, pegajosa o «baba», descártalo.

  3. Mirar la grasa: debe ser blanca o ligeramente amarilla. Si es marrón o muy oscura, puede estar rancia.

  4. Sabor metálico o extraño: señal de que algo no está bien, aunque no siempre implica peligro inmediato.